Quién soy

Me imagino que lo más apropiado será empezar presentándome. Me llamo Rafa, soy estudiante de 42 Málaga y quiero optar a una plaza de residencia en la Noria de Málaga. Esta web es mi carta de presentación.

¿Cómo crees que 42 Málaga puede tener un impacto en tu carrera profesional?

Esta pregunta solo puede ser contestada hablando un poco sobre mí. La educación formal no se me ha dado bien, vengo de la universidad... de un intento fallido de carrera. Tengo lo que algunos llaman una mente inquieta y por muy grande que sea mi curiosidad y deseo de crear, si no se me dan metas, estímulos y motivación, me cuesta cumplir objetivos. Eso mismo es lo que 42 me ha aportado, un lugar con un objetivo claro, que aprenda programación, en un lenguaje, C, que respeto y me enamoró a primera línea de código.
De forma sistemática y progresiva se me entregan habilidades, técnicas y sociales con las que yo mismo podré no solo encontrar trabajo, sino crearlo yo mismo desde cero en el sector tecnológico o cualquier otro, diseñando sistemas, buscando clientes, compañeros y lo que es más importante, problemas que resolver
Tengo ya planes de implementar todo esto en sistemas de simulación de incendios forestales, para identificación de plantas y asistir en estudios científicos.

Qué puedes aportar a los proyectos de Innovación Social que se desarrollan en las instalaciones de La Noria y en la provincia de Málaga

Me hace especial ilusión que para ser aceptado también se me pida ofrecer algo, para verme obligado a sacarle provecho a las habilidades y conocimientos que ya tengo. Soy defensor de la polimatía y por ello tengo proyectos que no son usuales para programadores "puros".
Vengo de estudiar agricultura ecológica y gestión forestal y mi cuerpo estará en la ciudad pero mi mente es más fácil encontrarla en el campo, recorriendo o arreglando caminos, admirando los animales y plantas y aunque por desgracia he fracasado en estudiarlas formalmente, las rocas.
Querría organizar charlas y talleres sobre educación ambiental, fauna y flora urbanas y consumo de productos locales, temas que, en mi opinión, si todo el mundo conociera, mejorarían nuestra sociedad de forma considerable.
Otra pasión mía son las bicletas, por amante de la naturaleza, y fascinado de los inventos, creo que no hay nada más humano que las herramientas y la más noble a mi parecer, de todas es la bicicleta, que libera la cansada espalda del caballo y hace del desayuno el combustible para llegar a tu destino. Es por esto que me gustaría realizar talleres de reparación y restauración de bicicletas, para ayudar a que haya una en cada casa y se usen a diario, mejorando la salud de la ciudad, del pueblo y del planeta.